
Los trastornos alimentarios, como la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa, son ejemplos de trastorno alimentario que afectan la salud física y mental. Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son condiciones graves. Afectan la salud física y mental de quienes los padecen.
Entre ellos, la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa son dos de los más conocidos. Sin embargo, a menudo se confunden.
Ambos implican una relación problemática con la comida, el peso y la imagen corporal. Aun así, cada trastorno alimentario presenta diferencias clave en sus criterios diagnósticos y manifestaciones.
Guía práctica: Trastorno Alimentario – Anorexia Nerviosa
La anorexia nerviosa se caracteriza principalmente por una restricción energética persistente. Esta restricción lleva a un peso corporal significativamente bajo.
Las personas con anorexia tienen un miedo intenso a ganar peso o a engordar. Este miedo persiste incluso cuando ya están por debajo de un peso saludable.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición, Texto Revisión (DSM-5-TR), algunos puntos clave de la anorexia nerviosa incluyen:
Restricción alimentaria severa: Limitan drásticamente la cantidad de comida que ingieren.
Miedo intenso a ganar peso: A pesar de estar muy delgados, tienen un temor abrumador a engordar.
Imagen corporal distorsionada: Su percepción de su propio cuerpo no concuerda con la realidad.
Índice de Masa Corporal (IMC/BMI) Marcadamente Bajo: Este es un criterio crucial. Para los adultos, un IMC de 17.0 kg/m² o menos se utiliza como punto de referencia. Para los niños y adolescentes, se utilizan percentiles específicos.
Cómo reconocer y actuar: Trastorno Alimentario – Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa se distingue por episodios recurrentes de atracones. Los atracones consisten en la ingesta de una cantidad de comida mucho mayor de lo que la mayoría de la gente comería en un período similar.
Estos episodios van seguidos de conductas compensatorias inapropiadas para evitar el aumento de peso. Estas conductas pueden incluir el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o diuréticos, el ayuno o el ejercicio excesivo.
Los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa se centran en:
Ocurrencias de atracones: Son el pilar del diagnóstico.
Conductas compensatorias inapropiadas: Vomitar, usar laxantes, ayunar o hacer ejercicio en exceso después de un atracón.
La autoevaluación es indebidamente influenciada por la forma y el peso corporal.
Frecuencia: Los atracones y las conductas compensatorias ocurren al menos una vez a la semana durante tres meses.
Ausencia de Anorexia Nerviosa: El individuo no tiene un peso corporal significativamente bajo como se observa en la anorexia.
La Diferencia Clave: El Peso Corporal
La diferencia más significativa es el peso corporal. Este es un factor diagnóstico crucial.
Las personas con anorexia nerviosa tienen un peso corporal significativamente bajo. Típicamente, su IMC es ≤ 17.0 kg/m² en adultos.
Por otro lado, las personas con bulimia nerviosa suelen estar en un peso normal o incluso con sobrepeso. Esta distinción hace que este tipo de trastorno alimentario sea a menudo más difícil de identificar a simple vista.
Estadísticas en Texas: Una Realidad Preocupante
Los trastornos de la conducta alimentaria no son ajenos a ninguna región, y Texas no es una excepción.
Prevalencia General: Se estima que entre el 0.3% y el 1% de las mujeres jóvenes en Estados Unidos cumplen los criterios para la anorexia nerviosa. Entre el 1% y el 1.5% cumplen los criterios para la bulimia nerviosa.
Búsqueda de Tratamiento: Estudios indican que solo el 30-40% de las personas con bulimia nerviosa reciben tratamiento. Una fracción aún menor de las personas con anorexia nerviosa recibe tratamiento. Esto subraya la necesidad de una mayor concienciación y acceso a la atención en estados como Texas.
Advertencia Importante y Buscando Ayuda
Este artículo es de naturaleza puramente educativa e informativa. NO sustituye la evaluación, el diagnóstico o el tratamiento proporcionado por un profesional de la salud mental o médico.
Si usted o alguien que conoces está luchando con un trastorno alimentario, busca ayuda profesional de inmediato.
La recuperación es posible, pero requiere tratamiento especializado.
Fuentes Confiables para Verificar Información y Obtener Ayuda:
National Eating Disorders Association (NEDA – https://www.nationaleatingdisorders.org): Una de las organizaciones más grandes que ofrece recursos, líneas de ayuda e información verificada sobre todos los trastornos alimentarios.
National Institute of Mental Health (NIMH – https://www.nimh.nih.gov/health/topics/eating-disorders): Ofrece información basada en la investigación sobre la prevalencia y el tratamiento de los trastornos alimentarios en Estados Unidos.
American Psychiatric Association (APA – https://www.psychiatry.org): Fuente del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR), utilizado para el diagnóstico clínico.
Recursos Locales de Texas: Contacta a los servicios de salud mental del estado o a hospitales con programas especializados en TCA para obtener ayuda en tu área.
