
La enfermedad de Lyme es una zoonosis bacteriana transmitida por garrapatas, cuya incidencia ha mostrado una tendencia creciente en diversas regiones. Una comprensión profunda basada en la evidencia científica es crucial para su prevención, diagnóstico temprano y tratamiento eficaz.
1. Epidemiología de la Enfermedad de Lyme: Una Perspectiva Global y Regional
La enfermedad de Lyme, causada principalmente por la espiroqueta Borrelia burgdorferi en Norteamérica y por Borrelia afzelii y Borrelia garinii en Europa y Asia, representa la enfermedad transmitida por vectores más común en el hemisferio norte.
Incidencia en Estados Unidos:
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que anualmente se diagnostican alrededor de 476,000 casos de enfermedad de Lyme en los Estados Unidos. Las regiones del noreste y medio oeste, como Nueva Inglaterra, concentran la mayoría de estos casos, con tasas de incidencia que superan los 25 casos por cada 100,000 habitantes en estados endémicos.
Gráfico 1: Incidencia Anual Estimada de Enfermedad de Lyme en EE. UU. (2010–2021)

Distribución geográfica:
La expansión de las áreas endémicas se atribuye a factores como el cambio climático, la reforestación y el aumento de las poblaciones de ciervos y roedores, que actúan como hospedadores de las garrapatas del género Ixodes.
2. Manifestaciones Clínicas: El Eritema Migratorio como Marcador Clave
Eritema migratorio (EM):
Es la manifestación cutánea más común y característica de la enfermedad de Lyme en su fase temprana localizada. Se presenta en aproximadamente el 70–80% de los casos. Es una lesión circular o ovalada que se expande desde el sitio de la picadura de garrapata, con un “aclaramiento central” que le da apariencia de diana u “ojo de buey”.
Otros síntomas tempranos incluyen:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolores musculares (mialgias)
- Dolores articulares (artralgias)
- Dolor de cabeza
- Fatiga
3. Abordaje Terapéutico: Evidencia Basada en Ensayos Clínicos
El tratamiento oportuno con antibióticos es esencial para evitar complicaciones como la artritis de Lyme, la neuroborreliosis o la carditis de Lyme.
Antibióticos de primera línea:
- Amoxicilina: 500 mg tres veces al día por 14–21 días.
- Doxiciclina: 100 mg dos veces al día por 14–21 días (mayores de 8 años).
- Cefuroxima axetilo: Alternativa eficaz.
Antibióticos no recomendados:
- Azitromicina: Menor eficacia terapéutica.
- Ciprofloxacino y Trimetoprim-sulfametoxazol: No tienen efectividad suficiente contra Borrelia burgdorferi.
Gráfico 2: Tasa de Curación del Eritema Migratorio por Antibiótico

4. Prevención: La Estrategia Más Eficaz
La prevención sigue siendo la mejor defensa contra la enfermedad de Lyme:
- Evitar áreas endémicas durante primavera y verano.
- Usar ropa protectora al estar al aire libre (mangas largas, pantalones).
- Aplicar repelentes con DEET o picaridina.
- Revisar el cuerpo y la ropa después de actividades al aire libre.
- Retirar garrapatas con pinzas, de forma cuidadosa y rápida.
Conclusión
La enfermedad de Lyme es una patología reconocible, tratable y prevenible si se actúa a tiempo. El eritema migratorio es un signo distintivo que, junto a otros síntomas, debe motivar la consulta médica inmediata. La evidencia clínica respalda tratamientos eficaces como la amoxicilina y la doxiciclina. La educación pública y las medidas preventivas siguen siendo pilares fundamentales para reducir su incidencia.
La información presentada es únicamente con fines educativos y no sustituye la evaluación clínica personalizada por parte de un profesional de la salud.
