
Una enfermedad común en la infancia
La roseola, también conocida como exantema súbito, es una infección viral frecuente en bebés y niños pequeños, especialmente entre los 6 meses y los 2 años de edad. Aunque su aparición puede preocupar a las familias por la fiebre alta que provoca, suele ser una enfermedad leve y autolimitada.
Causas y forma de contagio
La roseola es causada por el virus del herpes humano tipo 6 (VHH-6) y, en menor medida, por el tipo 7 (VHH-7). Se transmite de persona a persona a través de secreciones respiratorias, como al toser, estornudar o al compartir utensilios.
Es importante saber que una persona infectada puede contagiar el virus incluso antes de presentar síntomas visibles.
¿Cuáles son los síntomas de la roseola?
Signos característicos
La enfermedad se desarrolla en dos fases principales:
- Fiebre repentina:
- Aparece de forma súbita y puede alcanzar hasta 40 °C.
- Dura entre 3 y 5 días.
- El niño suele mantenerse activo, aunque irritable.
- Erupción cutánea (cuando baja la fiebre):
- Manchas rosadas o rojizas en el tronco, que se extienden hacia cuello y extremidades.
- No producen picazón y desaparecen en uno o dos días.
Otros síntomas menos comunes incluyen:
- Congestión nasal o leve tos.
- Inflamación de ganglios en el cuello.
- Irritabilidad o falta de apetito.
¿Cuándo acudir al médico?
Aunque la roseola suele resolverse sola, se recomienda consultar con un profesional de salud si:
- La fiebre es muy alta o dura más de 3 días.
- El niño presenta convulsiones febriles.
- La erupción se acompaña de otros signos como somnolencia excesiva, vómitos o dificultad para respirar.
- Hay dudas sobre el diagnóstico.
Tratamiento y cuidados en casa
No existe un tratamiento específico contra el virus
El manejo se enfoca en aliviar los síntomas:
- Controlar la fiebre con medicamentos como paracetamol o ibuprofeno (según indicación médica).
- Hidratación constante, ofreciendo líquidos con frecuencia.
- Ropa ligera para evitar el sobrecalentamiento.
- Descanso adecuado.
No se deben administrar antibióticos, ya que no actúan contra virus.
¿Cómo prevenir el contagio?
Aunque no existe una vacuna contra la roseola, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de transmisión:
- Lavado frecuente de manos.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
- No compartir utensilios ni chupetes.
Atención pediátrica cercana y confiable
En Clínica Hispana América, comprendemos la preocupación que genera una fiebre alta en los más pequeños. Nuestro equipo de atención primaria está capacitado para evaluar de forma integral cualquier cuadro febril en la infancia y orientar a las familias con calidez y profesionalismo.
Ofrecemos servicios como:
- Chequeos pediátricos y certificados escolares.
- Diagnóstico y seguimiento de infecciones virales comunes.
- Asesoría para padres y cuidadores en español.
Conclusión
La roseola es una infección común, generalmente leve, pero que requiere atención si los síntomas se complican o hay dudas en casa. Reconocer sus fases ayuda a los padres a actuar con mayor tranquilidad.
Si presentas síntomas similares o deseas orientación personalizada, agenda una cita en Clínica Hispana América llamando al 713-271-0622 o visitando www.clinicaha.com.
La información proporcionada es orientativa y no sustituye la evaluación personalizada de un profesional de la salud.
