
Lo que la ciencia dice sobre nuestro comportamiento diario
Más allá del “sé que debería, pero…”
Todos los días tomamos decisiones sobre nuestra salud. Algunas son grandes, como empezar un tratamiento; otras, pequeñas, como si comemos con menos sal o no. Lo interesante es que estas decisiones no siempre dependen de lo que sabemos, sino de cómo percibimos lo que nos puede pasar.
La ciencia ha estudiado estos procesos durante décadas. En medicina, usamos el Modelo de Creencias en Salud (Health Belief Model) para entender por qué muchas personas posponen cuidados importantes, incluso sabiendo que están en riesgo. Este modelo no es una teoría abstracta: es una guía que nos ayuda a ver cómo las personas evalúan los riesgos, beneficios y obstáculos en su vida diaria.
Veamos cómo funciona esto con ejemplos cotidianos.
1. Percepción de susceptibilidad: “A mí no me va a pasar”
Muchas personas no se sienten en riesgo, aunque lo estén. Por ejemplo:
Ejemplo real: Luis fuma desde hace 15 años. Sabe que el tabaco causa cáncer, pero dice: “En mi familia nadie ha tenido cáncer de pulmón, así que yo tampoco lo tendré”.
Aquí, Luis minimiza su vulnerabilidad. Aunque sabe el dato, no cree que le aplique a él. Esa creencia puede hacer que ignore síntomas o no busque ayuda a tiempo.
2. Percepción de gravedad: “No es tan serio… creo”
Aun si una persona acepta que puede enfermarse, puede pensar que no será tan grave.
Ejemplo real: María tiene hipertensión, pero como no tiene síntomas, no toma sus medicamentos. Dice: “Solo me sube poquito, no creo que pase nada grave”.
Esta percepción errónea de que la enfermedad “no es seria” hace que posponga el tratamiento, aumentando el riesgo de infartos o daño renal a largo plazo.
3. Beneficios percibidos: “¿Para qué ir al médico si me siento bien?”
Las personas evalúan si realmente vale la pena hacer algo por su salud.
Ejemplo real: Carmen tiene 50 años y no se ha hecho la mamografía. Aunque sabe que puede detectar el cáncer a tiempo, dice: “¿Y si me encuentran algo malo? Prefiero no saber”.
Aquí, los beneficios del diagnóstico temprano se ven opacados por el miedo, lo que retrasa una detección que podría salvarle la vida.
4. Barreras percibidas: “No tengo tiempo, ni dinero, ni cómo ir”
A veces, las personas sí creen que pueden enfermarse y que sería grave, pero sienten que hay obstáculos que les impiden actuar.
Ejemplo real: José quiere hacerse un chequeo general, pero trabaja todo el día, no tiene seguro médico y no habla bien inglés. Dice: “Me gustaría, pero no tengo cómo ir”.
Este es un caso típico donde las barreras reales o percibidas (tiempo, dinero, idioma) frenan una decisión saludable. Reconocerlas es clave para buscar soluciones.
5. Señales para actuar (cues to action): “Algo me hizo reaccionar”
Muchas veces, las personas necesitan un “empujón” para actuar: una noticia, un consejo, una experiencia cercana.
Ejemplo real: Lucía fumaba desde joven. Cuando su tía fue diagnosticada con cáncer de pulmón, dejó de fumar de inmediato y fue al médico.
Ese evento fue su señal de alerta, lo que en medicina llamamos cue to action. Estas señales son oportunidades para intervenir y educar.
6. Autoeficacia: “Sí puedo hacerlo”
Finalmente, para que una persona actúe, necesita creer que es capaz de hacerlo, incluso si es difícil.
Ejemplo real: Pedro decidió controlar su diabetes. Aunque al principio le costaba cambiar su alimentación, dijo: “Voy poco a poco, pero sé que puedo mejorar”.
Esa confianza es fundamental para iniciar y mantener cambios en el estilo de vida. Como profesionales, debemos reforzar esa creencia en los pacientes.
¿Y qué hacemos desde la medicina?
En Clínica Hispana América, comprendemos que cada decisión de salud tiene un contexto personal. Por eso, el equipo médico:
- Escucha y respeta las creencias de cada paciente.
- Explica los riesgos de forma clara y personalizada.
- Ofrece alternativas reales, accesibles y sin juzgar.
- Educa de forma continua, en español y con cercanía.
Además, brindamos chequeos integrales, programas educativos para enfermedades crónicas y servicios preventivos accesibles, para que tomar decisiones saludables no sea tan difícil.
Conclusión
Todos tomamos decisiones sobre nuestra salud, basadas en lo que creemos, tememos o esperamos. La ciencia ha identificado esos procesos para poder ayudarte mejor. Con apoyo médico, información clara y espacios de confianza, es posible tomar mejores decisiones cada día.
Si deseas orientación personalizada o tienes dudas sobre tu salud, agenda una cita en Clínica Hispana América llamando al 713-271-0622 o visitando www.clinicaha.com.
La información proporcionada es orientativa y no sustituye la evaluación personalizada de un profesional de la salud.
