
El uso de medicamentos antiinflamatorios es una práctica común para aliviar el dolor y la inflamación, pero en pacientes con hipertensión o enfermedad renal, su consumo puede acarrear riesgos significativos. En este artículo, exploraremos por qué estos fármacos pueden ser perjudiciales en estos casos y qué alternativas seguras existen.
Efecto de los AINE en el Riñón
El riñón tiene una arteria llamada arteria aferente, que es la vía por la cual la sangre ingresa al órgano. Es precisamente en esta arteria donde los AINEs actúan.
- Vasoconstricción:
- Estos medicamentos provocan una vasoconstricción en la arteria aferente, lo que disminuye el flujo sanguíneo renal.
- Reducción del filtrado glomerular:
- Como consecuencia, hay una reducción del filtrado glomerular, es decir, de la función renal.
- Aumento de la presión arterial:
- Además, al disminuir el flujo sanguíneo renal, se produce un aumento de la presión arterial, lo que puede ser peligroso para pacientes hipertensos.
Un estudio publicado en The American Journal of Medicine reportó que el uso prolongado de AINEs en pacientes hipertensos incrementa el riesgo de insuficiencia renal en un 32%. Asimismo, en la práctica clínica, es común observar pacientes con hipertensión descontrolada tras el uso de estos fármacos, lo que en algunos casos ha llevado a hospitalizaciones por crisis hipertensivas.
Interacción con Medicamentos para la Hipertensión
Los pacientes con hipertensión arterial suelen tomar medicamentos de la familia de los inhibidores de la ECA (priles) o los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (sartanes). Ejemplos incluyen:
- Priles: Captopril, Enalapril
- Sartanes: Losartán, Valsartán
Estos medicamentos dilatan la arteria eferente (por donde la sangre sale del riñón), ayudando a disminuir la presión arterial.
Cuando se combinan AINEs con estos medicamentos antihipertensivos, se genera un problema: los AINEs estrechan la arteria aferente, reduciendo la entrada de sangre, mientras que los antihipertensivos aumentan la salida. Esto causa una disminución drástica del filtrado glomerular y puede provocar insuficiencia renal.
Impacto de la Combinación con Diuréticos
Los pacientes hipertensos también suelen tomar diuréticos, como la hidroclorotiazida, que ayudan a eliminar el exceso de líquido del cuerpo.
Sin embargo, los diuréticos también disminuyen el filtrado glomerular, y cuando se combinan con AINEs, este efecto se agrava. Como resultado, la función renal se ve afectada aún más, aumentando el riesgo de insuficiencia renal.
¿Cómo Afectan los AINEs a Personas Sanas?
- En personas sanas, el uso ocasional de AINEs (como ibuprofeno o naproxeno) generalmente no causa problemas graves.
- Sin embargo, el uso crónico o en dosis altas puede llevar a:
Efecto adverso | Personas sanas | Pacientes hipertensos |
---|---|---|
Aumento de presión arterial | Puede causar un ligero aumento de la PA si se usa frecuentemente | Puede descontrolar la PA y aumentar el riesgo de crisis hipertensiva |
Daño renal (IRA prerrenal) | Poco común, pero posible en deshidratación | Alto riesgo de insuficiencia renal aguda |
Retención de líquidos y sodio | Poco común, pero posible en uso crónico | Puede agravar la hipertensión y causar edema |
Úlceras y sangrado GI | Puede ocurrir con uso prolongado, especialmente en mayores de 65 años | Mayor riesgo, especialmente con uso de anticoagulantes |
¿Qué Usar en Lugar de AINEs?
Tipo de Dolor | Alternativa |
---|---|
Dolor leve-moderado | Acetaminofén (Paracetamol) |
Dolor inflamatorio | Celecoxib (COX-2 selectivo), Corticoides |
Dolor neuropático | Gabapentina, Pregabalina, Duloxetina |
Espasmos musculares | Tizanidina, Baclofeno |
Gota aguda | Colchicina, Corticoides |
- Casos en los que se puede considerar AINEs:
- Si no hay riesgo renal, en dosis bajas y por periodos cortos.
- Si se usan, acompañarlos con un protector gástrico en pacientes con riesgo de úlceras.
Recomendaciones Generales
- Consultar al médico:
- Siempre es fundamental obtener la opinión de un profesional antes de tomar AINEs, especialmente si se padece hipertensión o enfermedad renal.
- Usar la menor dosis efectiva y por el menor tiempo posible.
- Evitar combinaciones de fármacos con alto riesgo de daño renal.
- Mantenerse bien hidratado.
- Monitoreo regular de la función renal si se necesita tomar estos medicamentos de forma prolongada.
Conclusiones
El uso de AINEs en pacientes con hipertensión o enfermedad renal puede comprometer gravemente la función renal y aumentar la presión arterial, lo que conlleva riesgos de insuficiencia renal y complicaciones cardiovasculares.
La combinación de AINEs con antihipertensivos o diuréticos puede potenciar estos efectos adversos, lo que hace imprescindible la supervisión médica.
Existen alternativas seguras como el paracetamol y otros medicamentos que ofrecen alivio sin comprometer la función renal.
La clave para un uso seguro de cualquier analgésico es la precaución: utilizar la menor dosis efectiva, evitar el uso prolongado y mantener un monitoreo continuo de la función renal en pacientes de alto riesgo.
Ante cualquier duda, la consulta con un profesional de salud es esencial para garantizar un manejo adecuado del dolor sin poner en riesgo la salud renal.
Bibliografía
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Este artículo tiene un propósito exclusivamente informativo y no debe considerarse como una recomendación médica o tratamiento. Siempre consulte a un profesional de la salud antes de tomar cualquier medicamento o modificar su tratamiento actual.
Autor: Dr. Alexey Sebasco